22.5.11


Solo una persona en el mundo que puede manejar tu humor a su antojo y... aaaaaaah! que hermoso cuando se le antoja que estés contenta.
Voy bajando, en un recorrido de las yemas por tu brazo, contando las venas, remarcando el mapa fluvial que forman sobre tu cuerpo. Tus clavículas, arma letal que podría matarme con un sólo golpe seco. Cerca, tan cerca que el aire no se anima a pasar entre nosotros, tan cerca que mi nariz debe verse enorme y que tus ojos se juntan en el medio del camino para clavarse, oscuros, entre los míos. Una sonrisa tuya de más miedo que una carcajada del diablo.
Te estoy regalando el poder de destruirme con una palabra y devolverme a la vida con la mitad de una mirada.
Me lo robe de aca.

16.5.11


Duermo abrazándote, eso me tranquiliza.
Y no te imaginas cuanto bien me hacen tus caricias.